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miércoles, 5 de agosto de 2015

El discurso (Damalgama)


               
Dedico este microcuento a Quantic Adult.
 No sin antes decirle que con esto considero cumplido el reto
 y que el evento inspirador de este relato lo contaré como siempre me ha venido en gana hacerlo.
 Respetado Quantic: Lo quiero.



Estaba imponente y erguido frente al auditorio. Quinientas personas ansiaban su discurso. Esperó el silencio fúnebre, paseó sus ojos por todo el lugar, aclaró su garganta y con una voz grave comenzó:
Señores, sé que vienen dispuestos a escuchar la clave para crear un producto que genere valor a sus clientes. Conozco por los correos que de ustedes he recibido, la urgencia que tienen sus compañías y esta honorable industria por mejorar los pañales para adulto...
Los ojos de los asistentes brillaban por conocer el secreto revelado, habían pagado un alto precio por estar ahí, sus cuerpos sentados ya casi al borde de las sillas se inclinaban hacía delante, mientras él continuó.
...Pero en esta ocasión -dijo con serenidad- no hablaré. 
Se retiró del atril. Se ubicó justo en el centro del escenario. Quitó sus zapatos, sus medias y su cinturón. Desajustó su corbata, la puso en el piso, abrió los botones de su camisa y se quitó el abrigo y la camisa al mismo tiempo, se agachó para ponerlos junto a los zapatos. Los oyentes desconcertados empezaron a hablar entre sí en voz baja. Él desabrochó el pantalón, después de quitárselo, lo dobló y mirando inspirado su pañal les preguntó:
¿Están listos para volver a usarlos?